La Historia

 

La posesión ha sido históricamente la pieza clave de la economía de la parte agrícola y ganadera tradicional de la isla de Mallorca, una verdadera unidad de producción. Estas posesiones se han ido adaptando funcionalmente al paso de los siglos, y en nuestro caso, su necesidad defensiva, ha producido un modelo constructivo con un fuerte carácter fortificado.

La possessió de Son Marroig, a finales del siglo XV era una posesión de los Mas – Roig de Sóller y se conocía bajo el nombre de la Foradada dels Masroig. Desde esta fecha hasta el s. XVIII pasó a llamarse Son Masroig de Sa Foradada. Después de pasar por varios propietarios fue en el año 1.877 cuando el Archiduque Luis Salvador la compró en propiedad.

 

La Casa Museo de Son Marroig es una institución privada creada en el año 1922 con la finalidad de preservar, divulgar y promocionar la emblemática figura del Archiduque Luis Salvador de Austria. Personaje fundamental en la historia cultural y de mecenazgo de los últimos años del siglo XIX y primeros del siglo XX, la Casa Museo de Son Marroig ofrece una visita a esta antigua propiedad del Archiduque.

La entrada, o vestíbulo, comunica con la sala de la planta baja a partir de un arco apuntado. La estancia es de planta rectangular y con vigas de madera vista. A la izquierda accedemos a la Capilla y por unas escaleras ascendemos a la Torre del S. XV. Su finalidad era la de proteger las casas de las incursiones de los corsarios que aprovechaban el cobijo de Sa Foradada para desembarcar.

Cuenta la leyenda, según nos relata el propio Archiduque, que fue precisamente de la torre de Son Marroig de donde fue raptada la ultima mujer de la zona por los piratas. Es de planta cuadrada y cuenta con elementos defensivos que protegen la puerta de acceso y con ventanas que fueron ornamentadas de estilo renacentista en época de Antonio Ribas Prats (1922), artista pintor, esposo de la que fue propietaria de Son Marroig, una de las herederas del Archiduque, Luisa Magdalena Vives Ripoll.

En su interior hay una habitación con una cama con dosel de origen portugués adquirida por el propio Archiduque en Lluchmajor. Dejando atrás la Torre y por un pasillo accedemos a la sala principal a través de un pequeño portal barroco, proveniente de una de las celdas de la Cartuja Vieja. De planta rectangular, su objetivo principal es dar a conocer la colección museográfica del Archiduque a todos los visitantes y el profundo amor a la naturaleza que sintió y su compromiso de respetar nuestra historia. Destaca una gran vitrina con sus libros incluyendo una edición original de “Die Balearen”, o una colección pictórica de obras de Joan Bauçà, Anglada Camarassa, Joaquín Mir, Erwin Hubert o Antoni Ribas Oliver y Antonio Ribas Prats, entre otros. Además, encontramos diversos objetos ornamentales, como collares fenicios y cerámicas griega y romana.

Una puerta nos da paso a otra sala con el retrato de un joven Archiduque pintado por Pizà. En su terraza podremos contemplar los cinco arcos con columnas toscanas y la balaustrada. Ante nosotros el Mar Mediterráneo con el templete a nuestra izquierda y la Foradada a la derecha.

De nuevo en la planta baja y accediendo al jardín podemos disfrutar del famoso Templete de mármol de Carrara. Se alza sobre una base circular de cuatro escalones rodeado de 8 columnas jónicas. El entablamento muestra decoración escultórica con bucráneos y lazos florales cuya cubierta es una cúpula semiesférica.

 

La casa de Son Marroig está catalogada como Bien de Interés Cultural en la Categoría de Lugar Histórico.