Naturaleza

Senda de la Forarada

En esta excursión existen recursos tradicionalmente utilizados, como la ganadería y la explotación del olivar. El respeto a los espacios naturales, como a cada uno de estos usos, hará que la visita no origine ningún problema.

Acceso: 

 Existe un camino señalizado que baja a la península de La Foradada creado por el Archiduque Luis Salvador de Austria. Una vez dejamos la casa museo a nuestra derecha subimos una pequeña rampa hasta acceder a una barrera verde. Sobre la propia verja existen unos escalones que permiten salvar el obstáculo. Un primer tramo asfaltado nos indica que estamos en el camino correcto, después ya empieza un camino de tierra. No debemos utilizar rutas que no estén señalizadas o establecidas. No abandonar la senda de bajada.

Deambular fuera de ellas puede ocasionar graves problemas de erosión y peligro para el excursionista.

Características del recorrido:

Altitud: 270 m.
Dificultad: Media/baja.
Tiempo: 1 hora y 50 minutos caminando. Ida y vuelta.
Calzado: Botas de montaña (recomendado).
Ropa: Según época del año. Sombrero o gorra en verano.
Aprovisionamiento: Llevar agua suficiente.
Mejor época: Primavera, Verano y Otoño. Precaución con la temperatura en verano. Evite una larga exposición al Sol y protéjase adecuadamente con protección solar.

Al principio el camino transcurre rodeado de oliveras centenarias muy comunes por esta parte de la isla y a continuación, nos encontraremos, a nuestra derecha, con un mirador con una mesa de piedra a 255 metros sobre el nivel del mar. Uno de los muchos miradores que mandó construir el propio Archiduque Luis Salvador por estos lugares. Durante todo el camino (sin asfaltar) mientras descendemos, podremos contemplar la impresionante roca horadada por el viento, punto final de nuestra excursión. A partir de este momento el camino se precipita. Pasadas unas pocas curvas a derecha e izquierda el camino se pega a las peñas de Ses Caves, formadas por estalactitas y grutas caprichosas. Dos curvas después nos situamos en el Mirador des Rotlo Gros, levantado para que el caminante contemple Sa Foradada. Seguimos caminando y contemplando la bella costa mallorquina y ya más abajo, a la altura de 45 metros sobre el nivel del mar llegamos a un cruce de caminos. Hay que coger el sendero de la derecha que nos conduce a la Península de La Foradada, nuestro destino final.

Respetar barreras, vallas o cercados, dejándolas tal y como las encontremos abiertas o cerradas.

Esta prohibido ir acompañado de perros, salvo de perro guía para ciegos. Los perros tan apreciados animales de compañía sin embargo perjudican a la fauna silvestre como los conejos o el erizo de Mallorca (Atelerix, Algirus vagans) o la marta (martes, martes minoricensis). Hemos detectado a su vez, como nuestro ganado ovino padece stress ante la presencia de perros, incluso los que van sujetos por correa, que provoca que las ovejas al huir puedan perder a sus vástagos si se encuentran preñadas. Dentro de la buena practica senderista respetemos nuestro entorno y nuestros animales.

En zonas de pasto, no molestar al ganado, si lo hubiere.

No de comida a los animales.

Haga su recorrido provisto siempre de un silbato y una linterna.

Aparcar en las zonas reservadas para ello.

No está permitido acampar, ni encender fuego.

Prohibido el uso de drones.

Prohibido marcar con inscripciones, signos o adhesivos cualquier elemento natural.

No recolectar plantas, animales o rocas.

Disponer de cantimplora para abastecernos de agua. No se debe beber de ningún arroyo.

El ruido es también contaminación. Mantener un tono de voz bajo, evitando los gritos.

Guarde los desperdicios y basuras en una bolsa para depositarlos en los contenedores adecuados en un núcleo urbano.

Fondo Marino de la Forarada

Si en nuestro destino nos apetece darnos un baño seamos respetuosos con el entorno natural en el que nos sumergimos. Las aguas de la Foradada se caracterizan por su riqueza en praderas de posidonia oceánica, perteneciente a la familia de Posidoniaceae. Cumple una función de vital importancia parecida a la de las selvas tropicales, ayudando en la oxigenación y purificación de las aguas, componiendo en sí misma un ecosistema rico en biodiversidad y, a su vez, una importante zona para la cría de muchas especias marinas.

 

La Posidonia oceánica es una planta marina y no un alga, que tiene raíz, tallo, hojas, frutos y flores. Forma praderas entre la superficie y los 40 metros de profundidad en aguas de gran calidad. La planta ejerce una importante función en la filtración de los sedimentos, dando así una transparencia única. También contribuye a mantener la calidad y oxigenación del ecosistema submarino donde se alimentan y reproducen más de 400 especies de plantas marinas y 1.000 especies de animales marinos.

 

La posidonia, además, se ve muy afectada por la transparencia del agua, por lo que un aumento de la turbidez, ya sea producido por la suspensión de sedimento o por un vertido, afecta negativamente a la pradera. Por otro lado, al ser una especie que crece a poca profundidad, a menudo se ve afectada por el fondeo de embarcaciones. La Posidonia oceánica es una planta muy sensible a la contaminación, por lo que es considerada como un buen bioindicador de la calidad de las aguas. El aumento de la contaminación en el litoral ha provocado una considerable reducción de las praderas.

 

Esta planta, tan esencial para mantener la biodiversidad del Mar Mediterráneo, está catalogada por el CITES e incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial en el Mediterráneo.

 

“Se los llama olivas de mar, tienen un aceite que los hace flotar”. Su fruto es una de las cosas extraordinarias de la posidonia, que algunos confunden todavía con un alga pero que es en realidad una planta superior con raíces y flores, muy parecida a sus parientes terrestres, con hojas en formas de cinta y que conforman las extensas praderas llenas de vida de nuestro mar.

Fuente: Manu San Félix, investigador marino. Artículo publicado en El País Semanal (10/Oct/2019).

 

Decreto Posidonia BOIB 28/07/18

Artículo 7
Regulación del fondeo de embarcaciones

  1. Queda prohibido, con carácter general, el fondeo de embarcaciones sobre Posidonia oceánica.